miércoles, 19 de mayo de 2010

Benito Pérez Galdós (1843-1920)


La Fontana de oro (1870), La sombra (1871) y El audaz (1871) fueron los títulos de sus primeras novelas, que revelan todavía una influencia del Romanticismo.

Abre el camino al Naturalismo con La desheredada (1881), la primera de sus novelas contemporáneas a la que le seguirán El doctor centeno (1883), Tormento (1884) y La de Bringas (1884). El amigo manso (1882) es una de las creaciones más originales de Galdós. Lo prohibido (1884-85) es la novela galdosiana más impregnada de Naturalismo.

Fortunata y Jacinta de 1886-7 es un vasto mural donde la historia, la sociedad y el perfil urbano de Madrid sirven de fondo a un argumento que presenta a dos jóvenes enamoradas del mismo hombre.

En 1873 aparecieron las dos primeras series de los Episodios Nacionales. Al final de la década de los 80 y a comienzos de la siguiente publica Miau (1888), La incógnita (1889), Torquemada en la hoguera (1889), Realidad también en 1889 y Ángel Guerra de 1891, en donde experimenta una nueva manera de novelar. Los problemas éticos aparecen en Tristana (1892),Nazarín (1895), Halma (1895) y Misericordia (1897). Frecuentemente (como en Nazarín o Misericordia), sus novelas parecen recordar a Dostoievski.

Su penetración psicológica ha sido igualada pocas veces. Entre sus características más definidas se cuentan un estilo personal vigoroso y muy marcado; un gran conocimiento de la locura y la esquizofrenia (no hay que olvidar su interés por Don Quijote) raramente preciso; un efectivo y sistemático manejo del simbolismo (evocador de su propia desilusión por la debilidad de España) y una conmovedora lástima por la gente que pretende elevarse de la bondad a la santidad.

Leopoldo Alas "Clarín" (1852-1901)


Pasando del trasfondo intelectual del pensamiento de Clarín a su práctica crítica, se observa que fue prolífico escritor y periodista.

La mejor crítica de Clarín se encuentra en Solos de Clarín (1881), La literatura en 1881 (1882; en colaboración con Armando Palacio Valdés), Sermón perdido (1885), Folletos literarios (1886-91), Nueva campaña (1887), Mezclilla (1888), Ensayos y revistas (1892), Palique (1893), y Siglo pasado (1901).

La Regenta es el resultado de una conjunción: la suma de flaubertismo (la novela autoconsciente) más naturalismo (visión «moderna» de la realidad, que permitía ver en profundidad), más las circunstancias propicias (el público quería novelas), más el interés del autor por lo ético (krausismo) y el deseo del artista de ser oído en toda España.

La segunda novela, Su único hijo (1890), es otra obra maestra; aunque menor que La Regenta en el número de registros temáticos, la iguala en el acierto con que usa los recursos técnicos. La novela ejemplifica a la perfección las asimilaciones que el género realizaba a expensas del teatro, el esfuerzo por dramatizar la realidad en una intensa representación de los sucesos.

Vicente Blasco Ibánez (1876-1928)

Está considerado como el último escritor naturalista español. Al principio, sus obras son de tipo costumbrista reonal aunque con u ntobo naturalista, como en La Barraca o Cañas y Barro, pero posteriormente sale del entorno valenciano para escribir obras de intención social y revolucionaria.

Emilia Pardo Bazán (1851-1921)

Comenzó su producción con La Cuestión Palpitante donde señala las paortaciones positivas del Naturalismo, pero critica también sus excesos y rechaza las ideas del determinismo. para pardo Bazán el Naturalismo es una vuelta a la tradición del gran realismo español con aportaciones de los conceptos y el lenguaje de las nuevas ciencias experimentales. Entre sus mejores obras hay que citar La Tribuna, Los Pazos de Ulloa y La Madre Naturaleza.

José María de Pereda (1833-1906)

Su obra encaja dentro del concepto de novela regional, que, según él mismo, es la que se desenvuelve en una comarca o lugar con vida, carácter y color propio y distintivos.
Escribió colecciones de cuentos y de artículos de costumbre como Escenas Montañesas y novelas como El Sabor de la Tierruca, Sotileza y Peñas Arriba, novela llena de lirismo, dialectalismo y descripciones paisajísticas.

Juan Valera (1824-1905)

Su actividad creativa abarcó la novela, la poesía, el teatro y el cuento. Fue autor, además de un interesante epistolario y de estudios históricos y políticos. Como crítico se interesó por el cuento, género que también cultivó con títulos como "El Pájaro Verde"o "La Muñequita".
Entre sus novelas destacan Pepita Jiménez, obra en parte epistolar que representa el conflicto entre la vocación religiosa de un seminarista y el amor humano, que acaba triunfando, Las Ilusiones del Doctor Faustino, una sátira contra el materialismo de la época y Juanita la Larga que representa una idealización del mundo rural andaluz a partir de la relación entre un viejo y una muchacha.

Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891)

Alarcón escribió cuentos y relatos cortos, por una parte, y novelas por otra. Entre los prmeros podemos citar colecciones como Cuentos Amatorios o Historietas Nacionales, en las que destacan títulos como "El Clavo" o "La Comendadora". pero la obra más importante, por los elogios recibidos, es "El Sombrero de Tres Picos", de carácter tradicional y folclórico en la que el autor hace una apología del Estado monárquico a través de una obra de enredo con deformaciones grotescas.
Entre las novelas podemos citar El Final de Norma y El Niño de la Bola.